domingo, febrero 19

Hombre al agua

Pídele que nos regrese la calma.
Dile que al capitán de este barco
los fantasmas de altamar le echan a andar los sueños
y no se ha dado cuenta de que hasta el mascarón de proa
ya acusa el paso de los años.
Hemos navegado mucho, dile;
que nunca nos bastó con el catalejo,
siempre hemos sido más astrolabio;
hemos medido con las manos las dimensiones de las costas
de los acantilados.
Pero cuéntale también de este golpe de mar que colma el velamen
y del crujido jubiloso de nuestro bergantín;
dile que nosotros somos solo carne y huesos
curtidos, sí,
pero solo carne, solo huesos, solo sangre.
Si es necesario dile que los años nos hicieron cobardes,
que queremos morir en nuestras camas
y que nuestras almas no vaguen por siempre en las olas
y en los campanarios.
Dile que en un mano a mano con el destino el hombre no tiene nada qué hacer.
Cuando llegues al fondo,
pídele al mar que nos regrese la calma.

14 comentarios:

Silencio dijo...

Que nnos devuelva la calma, esto me suena a ese momento en sabanas blancas, con una limpieza brutal dejando aquel cansancio, mierda quien no quiere iniciar de nuevo y que el mar se coma todo, me suena a que me voy a veracruz... aunque en Xilitla le enseñaré, la bravura del mar encerrada en un frasco. ¿Que lo vamos organizando?

Lo-que-serA dijo...

Vamos organizándolo, sí señor, a ver si allá encuentro quién me enseñe a encerrar la bravura. Abrazo, señor.

fgiucich dijo...

Capitan del navío: devuélvame al puerto más seguro con viento en popa. Mi alma marinera encontró en estos versos un remanso en peces de colores. Abrazos.

Dra. Kleine dijo...

Quizá esté ahí para verlo emerger, quizá le evite el desastre, la resequedad, lo oscuro...
Y el aire le llegará a su piel y estaré para cubrirle.

Unknown dijo...

pídele al mar que nos devuelva la calma sí, pero sobre todo el ritmo.

Tristán dijo...

No manches, María Luisa, que hermoso está este poema. Sólo, una cosa, cámbiele el título :P

Ora me voy, debo volver a leerlo.

:D

Lo-que-serA dijo...

Esto del alma marinera es una tragedia cuando es uno demasido tierrafirme, Fgiucich. Abrazos, también.

Que emerja solamente si regresa la calma, Dra; si no paqué.

Pero primero la calma, maestra; así puedo llevarlo al taller el jueves a que le ajusten el ritmo ;)

Gracias, Tristán. ¿Se lo quito? ¿Y entonces el pobre se va a hundir sin nadie que lo note? ;)

ivan buenader dijo...

como el oleaje

Lety Ricardez dijo...

A veces pienso que nos hace nada mal sumergirnos un poco. Bucear con la escafandra digo, probar el aire enrarecido, depender de la manguera como un nuevo cordón placentario, para apreciar entonces el arriba y el afuera...

Lo-que-serA dijo...

Como el oleaje, querido Iván, que parece tan ordenado, tan rutinario...

Y sin escafandra también mi Lety. Aprender a respirar otra cosa, a respirar de una forma nueva, tal vez.

Anónimo dijo...

sólo huesos/sólo escarcha/calcio echo polvo/un hombre al agua/huesos y sangre y trechos y estancias y brotes de girasoles/ semillas de ajenjo/ hagamos el milagro del pan/vamos mar que te crezcan huesos/y no me cuentes nada

Lo-que-serA dijo...

Que le crezcan huesos al mar, para que vea lo que se siente. Es todo un honor recibir su visita por esta su casa, Tío Nasty. Ojalá se repita.

Si es al capitán al que desvelan las olas Ninett, querida; sus marineros que se arrugan con unas cuantas nubecitas. Y sí, donde todos los fuegos queman, yo siempre prefiero el mar.

citoyen dijo...

¡Ay, María Lui! Pero si llena eres de gracia. Pero que ahora el capi no se eche para atrás. ¿Regresando al mar se encontrara la calma? Pero si apenas empieza todo.

Por un mano a mano con el destino.

Lo-que-serA dijo...

¡Por un mano a mano con el destino va mi brindis, Citoyen!