martes, enero 31

Perdóname las lágrimas;
ya sé que es muy temprano y que la semana apenas inicia,
fue demasiado encuentro, demasiadas señales:
un amigo entrañable en las calles de la Ciudad,
derrulleron el cine donde las películas de Joan Crawford con mi madre
y al final, en un viejo libro,
la arborescencia que me seguía desde ayer.

De nostalgia y alegría,
de plenitud
mis lágrimas.

Y también,
un poquito,
de miedo.

lunes, enero 30

Arborescencia

Creí que fuese un pelo rebelde,
atormentado,
pero al mirarme el pecho comprobé
que era verde.

Pasaron noches y días.
Apareció una hojita
y después otra... y otra...
y todavía otra.

¿Un trébol de cuatro hojas?...
¡Qué alegre!
¡Qué alegría!

Pero al morir los meses,
una dura corteza recubría su tronco,
mientras le iban creciendo unas cuantas ramitas.

Ahora ya es un árbol
solitario,
frondoso,
perfecto,
chiquitito.

Oliverio Girondo

viernes, enero 27

Paraíso perdido

Si en el tiempo aún espero es que, sumiso,
aunque también inconsolable, entiendo
que el fruto fue, que a la niñez sorprendo,
no don terreno, mas celeste aviso.

Pues, mirando que más tuvo que quiso,
si al sueño sus imágenes suspendo,
de la niñez, como de un arte, aprendo
que sencillez le basta al paraíso.

El sabor embriagado y misterioso,
claro al oído (el mundo silencioso
y encantados los ruidos de la vida)

vivo el color en ojos reposados,
el tacto cálido, aires perfumados
y en la sangre una llama inextinguida.

Jorge Cuesta
(Veracruz, México; 21 de septiembre de 1903 - 13 de agosto de 1942)

jueves, enero 26

Esta noche me emborracho

Sola, fané, descangayada,
la vi esta madrugada
salir de un cabaret;
flaca, dos cuartas de cogote
y una percha en el escote
bajo la nuez;
chueca, vestida de pebeta,
teñida y coqueteando
su desnudez...
Parecía un gallo desplumao,
mostrando al compadrear
el cuero picoteao...
Yo que sé cuando no aguanto más
al verla, así, rajé,
pa' no yorar.

¡Y pensar que hace diez años,
fue mi locura!
¡Que llegué hasta la traición
por su hermosura!...
Que esto que hoy es un cascajo
fue la dulce metedura
donde yo perdí el honor;
que chiflao por su belleza
le quité el pan a la vieja,
me hice ruin y pechador...
Que quedé sin un amigo,
que viví de mala fe,
que me tuvo de rodillas,
sin moral, hecho un mendigo,
cuando se fue.

Nunca soñé que la vería
en un "requiscat in pace"
tan cruel como el de hoy.
¡Mire, si no es pa' suicidarse
que por ese cachivache
sea lo que soy!...
Fiera venganza la del tiempo,
que le hace ver deshecho
lo que uno amó...
Este encuentro me ha hecho tanto mal,
que si lo pienso más
termino envenenao.
Esta noche me emborracho bien,
me mamo, ¡bien mamao!,
pa' no pensar.

Enrique Santos Discepolo
Poeta, compositor, actor y autor teatral
(Buenos Aires, 27 de marzo de 1901 – 23 de diciembre de 1951)

miércoles, enero 25

Voz

No te vayas aún
que me falta cantar la gracia de los tepozanes
y todavía yacen un par de cuerpos en el lecho
cubiertos de limo.
No he dicho la comezón que me dan las muñecas,
lo mucho que añoro un pedazo de jardín
y competir con la lluvia
desde mi ventana.
Empiezan a sonar los ecos agudos del resumidero
y yo todavía no encuentro en la entraña
la profundidad de tu cauce.

lunes, enero 23

Déjame no abrir los ojos, hoy;
escucharlo todo pero estar en nada.
Sonreir o fruncir el ceño, como si estuviera;
pero no estar,
a menos que sea urgente.
Contestar que la mermelada no está en la alacena
sino en la puerta del refrigerador.
Que ese archivo hay que buscarlo en la carpeta que se llama
"Documentos de los días ciegos".
Que no me quiero morir nunca
pero que también a veces no quiero vivir
siempre.

Sólo hoy;
déjame no abrir los ojos
solo hoy.

miércoles, enero 18

¿Cómo escribirías, poeta, estas nubes que contemplan tan juntitas el ocaso
con sus vestidos grises, salmón, perla?
¿Cómo el grito del zanate azulado, bullicioso, bullanguero?
¿En qué convertiría tu pluma, varita mágica, esa canción que dice:
"Aquí te traigo mi sangre de rodillas"?
¿Qué danza le enseñarías a esta pluma que en mi mano sólo escribe
recibido, oficios, informes, informes, informes?
Quisiera saber.
Saber de qué color sería la metáfora que usaras para las cobijas púrpura y pizarra
con las que, a lo lejos, se está cubriendo el Izta.

viernes, enero 13

Canta el viento entre las ramas
porque se aburre de su silencio;
luego, tímido, huye
y las hojas lo siguen
enamoradas.

miércoles, enero 11

La muerte del año pasado me mira con los ojos enrojecidos
de mirarme sin parpadear.
Verdes lagañas cuelgan de sus órbitas;
cerilla verde, verdes babas y mocos verdes;
su cráneo supura un espiral violeta
y mi nombre se le desprende del pensamiento.

lunes, enero 9

Crónica de una estafa

Jocelin F nos ofreció una casa en Ixtapa.

Ya habíamos abandonado la posibilidad de conseguir algo lindo en Ixtapa o en Zihuatanejo: empezamos a buscar demasiado tarde y ya estaba todo reservado. Así empezó:

Alguien está interesado en su casa (RENTO RESIDENCIA EN IXTAPA) en casasdevacaciones.com.mx! Presione aquí para ver una casa en nuestro sitio.
Nombre: Tania Diaz
Mensaje:Quisiera ver si tiene disponibilidad para las fechas del 29 de diciembre al 2 de enero.
Gracias,
Tania.
------------------------
hola tania
si tengo disponible esas fechas ,la ubicacio de la casa es en la zona hotelera a 10 min caminando para llegar a la playa ,atras del alebrije
si te interesa llamame
jocelin f g
----------------------------
Informe de Tania al resto de la tropa:
Este es el mail de la persona de Ixtapa, yo hablé con ella por teléfono y me dijo que eran $$$$ por noche, que se requería el 50% para reservar, que tiene alberca grande y jacuzzi, que es un fraccionamiento de 6 casas, las otras 5 son de extranjeros que casi nunca están y que mañana me manda las fotos.
Besos,
Tania.
--------------------------
hola Tania
te envió las fotos ,disculpás por lo del problema de la computadora,espero una pronta respuesta



Como se veía bastante bien, nos decidimos por la casa. El resto de la negociación fue por teléfono y Tania se entrevistó con la mentada Jocelin F para darle el anticipo. Y ahí empezó el merequetengue. La tipa ya tenía la mitad del dinero y además le pidió a Tania un depósito por tres mil pesos para garantizar que no hubiera daños en la casa, pero no soltaba la dirección del lugar ni la confirmación de la reserva. Antes de asustarnos, le llamé por teléfono para pedirle los datos del lugar y me lloriqueó que Tania se había portado muy mal con ella, que no había razón para desconfiar, que prefería tratar conmigo y que nos viéramos para darme la documentación. Fui a verla... con Tania, cosa que la desconcertó un poco. Nos regaló con gesto magnánimo cortesías para el delfinario de Ixtapa, nos enseñó un volante del lugar donde estaríamos hospedados (en esta palapa, al lado del hotel. ¿Pero no es en el Hotel? No, la casa de ustedes está en esta palapa y no es una casa, sino dos cabañas juntas) y nos dio un volante de reservación... a su nombre. También nos comunicó que en el lugar había que pagar $300 diarios de limpieza y $350 por consumo de gas, por el aire acondicionado y que le daba mucha pena, pero eso era arreglo directo con los administradores del lugar y que ella no podía hacer nada.

Le pedimos que cambiara la reservación a nuestro nombre, que se asegurara de que nos reservaran la alberca chica que nos prometió y nos fuimos. Pero Tania no se quedó muy tranquila y decidió que se iba a ir el 28 en la noche, para llegar a ver en qué nos estábamos metiendo. Justo a tiempo lo decidió, porque la Fragoso se empeñó en que teníamos que pagarle el 100% para confirmar la reservación. El problema de maniobrar con el plan de diez personas es que te reduce importantemente el margen de acción. Tal vez, de haber sido mi plan individual, la hubiera mandado a la porra o habría arriesgado mis vacaciones, pero eso de tomar una decisión con los recursos de otros...

El chiste es que el 29 en la mañana me levantó de un post maravilloso (que murió minutos después, pues mi máquina se trabó) Jocelin en el teléfono, furiosa de que Tania se hubiera adelantado y de que no le hubiéramos depositado todavía. Otra vez la cantaleta de por qué la desconfianza, que no nos había dado motivos y así. Le llamo a Tania, que ya estaba en Ixtapa, y resultó lo siguiente: la casa no era tal, ni dos cabañas, como nos dijo esta mujer. La reserva estaba hecha para dos departamentos con cocineta (horno de microondas, refrigerador, fregadero; sin estufa), una recámara con dos camas matrimoniales cada uno y un sofá cama en cada sala. Ni jacuzzi, ni alberca para nosotros solos, ni mesa de billar, ni todo eso que nos había prometido. La palapa de nuestro sueño eran la tienda y el restaurante del Hotel.

Toda la mañana fue de llamadas con Tania sobre el lugar y otras posibilidades de alojamiento (todo era carísimo o minúsculo), con los demás para tomar decisiones, con la nuera del dueño del lugar (Jacqueline) y con Jocelin F, nuestro agente de viajes al infierno. Cabe aquí mencionar que Gustavo volvía de Buenos Aires el mismo 29 y el mismo 29 salíamos con rumbo a Ixtapa a esperar al resto de la tropa que llegaría el 30... Una vez que Tania vio las habitaciones y dijo que no estaban tan mal, decidimos que nuestro destino sería Ixtapa.

Ahora solo había que arreglar el pago de la parte faltante. Una vez establecido el contacto directo con los dueños del lugar a través de Jacqueline, decidimos que sería más seguro pagarle directamente. Por teléfono acordé con ella el lugar y hora de encuentro y también que informaría a Joceline de nuestro trato. Joceline montó en cólera y me llamó indignadísima y ahí no pude más y le dije todo lo que nos había engañado y otras cosas. Nunca le había hablado a nadie así, ni por teléfono ni en persona. Porque nos vimos.

Sí. Llegó al lugar de encuentro con Jacqueline y comenzó a decir que nosotros la habíamos entendido mal, que ella nunca nos mintió y cosas así. Yo no podía creer que fuera tan sinvergüenza y la interrumpí y repetí buena parte de lo que ya le había dicho por teléfono y que no le iba a dar un centavo más de lo que se le debía a Jacqueline, con una rabia que me iba creciendo en el estómago. Para no hacer el cuento largo, empezó a decir que no queríamos pagar y que estábamos buscando excusas para no pagar. Ahí me di cuenta de que la que no sabe hacer negocios soy yo, porque en algún momento la miré y le dije muy firmemente: No me voy a poner a tu nivel. Y le di el dinero, billete por billete. Así, yo me quedé con mi dignidad intacta y ella se salió con la suya. Todavía quiso cobrar lo del gas y la limpieza, "porque eso es para mí" y la mandé a volar, pues había confirmado con Jacqueline por teléfono que no había tal cargo. ¿Por qué Jacqueline no le dijo nada?

Confirmamos que ya estaba lista la reservación, en Ixtapa le entregaron las llaves a Tania y Jacqueline se fue. Ahí me enteré de que la casa que nos había ofrecido Joceline se la habían ganado y "para no dejarnos sin vacaciones" nos cambió el lugar, sin decirnos. Le eché otra andanada de mi ronco pecho y me fui, bastante confundida.

Si estaban de acuerdo Jacqueline y ella, si pude hacer alguna maniobra para ahorrarnos dos mil pesos, si debí dejar que cancelara la reservación... no lo sé. Afortunadamente, el lugar resultó lindo, el mar (que fue donde estuvimos todo el tiempo) siempre es maravilloso y la compañía era estupenda. También nos hicieron precio para el día extra que contratamos.

De todas maneras, guárdense de Jocelin F como del demonio. Con buena o con mala intención, puede hacer que los días previos a sus vacaciones se conviertan en un viacrucis. Por cierto: en el acceso público a la playa de Ixtapa había dos muchachos regalando cortesías para el delfinario.

viernes, enero 6

¡Ha muerto el Año! ¡Qué viva el Año!

Sí. Haciendo base por este pobrecito blog abandonado. Juro que quise actualizarlo el 29 de diciembre con un post que habría ganado algún premio a los posts findeañeros, pero mi computadora hizo terrible berrinche y además la espeluznante historia de la reservaciones de nuestras vacaciones, que ya les contaré, me trajo movidísima toda la mañana y ni siquiera había empacado las cosas con las que saldríamos esa misma tarde.
Ahorita tengo que salir corriendo al banco, a por el primer round del año (los odio, de veras) y al rato vengo a platicarles.
Por lo pronto, dejo muchos buenos deseos para este Año que empezó hace ya una semana (¡qué rápido crecen!). La reflexión vendrá después.
¡Feliz Año Nuevo!