jueves, diciembre 31

La una y media del último día del año, y yo en la oficina. Ya tuve tiempo para dormir, tener insomnio, soñar muchísimo (y loquísimo), gozar del amor, de un buen desayuno, hacer maletas, brindar con champaña, programar dos reuniones, impacientarme y escribir un post. Me espera una compra, un viaje, el calor de la familia en medio del desierto, muchas estrellas (espero). Esta lista es un buen fractal de lo que fue este año para mí: abigarrado, igualmente hermoso que sufridor, intenso, intenso, intenso. Culmino el año con la sensación de poder mirar las cosas a los ojos, lo que sea que eso signifique. Terminamos-empezamos el año con luna llena, lo cual quiere decir que 2010 será movidito, dicen los que saben. Año par, dos ceros; lo que sea que eso signifique. Muchas posibilidades: un temazcal, viaje a la playa los primeros días del año. Ojalá se haga alguno, alguna de las posibilidades. Es un año oscuro, por lo pronto, tan abigarrado se mira. Por eso es mi deseo fuerza y claridad para todos. Fuerza y claridad. Muchas.
Feliz año nuevo; buena peda, buena cruda.

lunes, diciembre 21

Luego

Me solacé en la tibia mansedumbre del molusco.
Corrí abrazada de una espléndida locura.
Me empiedré tercamente.
Me hice humus.

Un colibrí me ronda.

lunes, diciembre 7

La Montaña del Alma

Debes saber que lo que buscas en este mundo es raro, tu avidez es exagerada. Todo cuanto puedes obtener en definitiva son vagos recuerdos, indistintos como tus sueños, nunca recuerdos que puedan valerse de las palabras. Cuando quieres contarlos, no quedan mas que frases bien ordenadas, algunos fragmentos pasados por la criba de las estructuras del lenguaje.


Gao Xingjian