La una y media del último día del año, y yo en la oficina. Ya tuve tiempo para dormir, tener insomnio, soñar muchísimo (y loquísimo), gozar del amor, de un buen desayuno, hacer maletas, brindar con champaña, programar dos reuniones, impacientarme y escribir un post. Me espera una compra, un viaje, el calor de la familia en medio del desierto, muchas estrellas (espero). Esta lista es un buen fractal de lo que fue este año para mí: abigarrado, igualmente hermoso que sufridor, intenso, intenso, intenso. Culmino el año con la sensación de poder mirar las cosas a los ojos, lo que sea que eso signifique. Terminamos-empezamos el año con luna llena, lo cual quiere decir que 2010 será movidito, dicen los que saben. Año par, dos ceros; lo que sea que eso signifique. Muchas posibilidades: un temazcal, viaje a la playa los primeros días del año. Ojalá se haga alguno, alguna de las posibilidades. Es un año oscuro, por lo pronto, tan abigarrado se mira. Por eso es mi deseo fuerza y claridad para todos. Fuerza y claridad. Muchas.
Feliz año nuevo; buena peda, buena cruda.
1 comentario:
Y que lo hayas empezado muy bien. Abrazos.
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