Ayer fue gato. Hoy es gardenia
Erick Bangar
un hueco se abre y descubre
concatenados todos
un ejército de huecos
Y sucede que de pronto el tiempo regresara a cuando no estaba el gato
pero algo ya no encaja
pero algo ya no encaja
¿cómo volver a cuando no estaba mi padre
a cuando no estaba mi madre?
Y entonces el dolor de la ausencia felina embona
con harta precisión
en ese otro
(esos otros)
que circunavego por décadas sin atreverme a abordar
Y lloro entonces y vienen las lágrimas de más hondo
y me niego a la negación
Lo enterré con mis manos, lo tengo a la vista
Y cada que me da la gana lloro
Y si me preguntan, digo que extraño a mi gato
Llorando una lloro en realidad todas mis ausencias
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