martes, diciembre 26

Canción

Aquí conmigo, un primero de octubre, tarde líquida de sangre y agua y saliva,
aquí conmigo, en la noche de hotel y en el aliento del brandy y el café,
aquí conmigo, domesticada y sin ansias, hecha de despojos,
aquí conmigo mi soledad, materia inerte, ya sin queja y sin tremor:
con ella no escondo cartas entre la manga, no tengo cartas, no tengo mangas, estoy desnudo
con mi música, aquí conmigo, lejos del apresuramiento y de las balas,
ajeno al acoso de la cita y del teléfono, incólume tras el descendimiento a los infiernos.
Me pongo la máscara, me quito la máscara, busco otra máscara,
voy descarándome.
Perdí mi rostro y lo recojo ahora,
en esta noche de hotel, cuando mi soledad se vuelve tibia,
transparente,
y repaso sereno las agonías:
¿Adónde he quedado yo, tras tanta máscara?
Sólo el miedo permite seguirme tras el tiempo,
si bien cabe atribuirlo todo a una conjura:
¿Alfileres sobre una foto mía? ¿Un rezo? ¿Malas artes de la brujería y el halago?
Mentiras. Soy el dueño de mis dichas y mi miedo
y de unos blancos senos que ocupan cinco años de mi vida.
Y ahora, aquí conmigo ahora, en esta medianoche,
está ella silente como un gato, mi soledad llena de pasadizos
como un hormiguero abandonado.

Darío Jaramillo Agudelo

viernes, diciembre 22

"Estoy sola en el mundo". Y el mundo era plomizo, amarillento o negro según las horas, según los días; el mundo era un rumor triste, lejano, apagado, donde había canciones de niñas, monótonas, sin sentido; estrépito de ruedas que hacen temblar los cristales, rechinar las piedras y que se pierde a lo lejos como el gruñir de las olas rencorosas; el mundo era una contradanza del sol dando vueltas muy rápidas alrededor de la tierra, y esto eran los días; nada. La Regenta (tomo II), Leopoldo Alas "Clarín".

Meme via Hamletmaschine via Silencio Instructions: Find the nearest book. Turn to page 123. Go to the fifth sentence on the page. Copy out the next three sentences and post to your blog.
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Tagged: Azares, Lumbre Culebra, Nasty

Las mías fueron un poco más que three sentences, pero no podía dejar sin completar la imagen :)

lunes, diciembre 18

¿Desde cuándo están ahí
subterráneos?
Crecieron sin nacer
por eso se hacen columpio en mis adentros,
atan nudos acuosos en mis senos
y me revientan globos en la cara.
Dice el doctor que se irán.
Habrá que ver si se llevan sus alfileres
y mi tristeza.

miércoles, diciembre 13

Show me how you do it…
The Cure
Regálame el pase de manos que hace aparecer la fuente
el movimiento de su boca
nada por aquí
Regálame pañuelos
alas
que se incendian al contacto de su aliento
Dame la trampa de las espadas
la de los dientes
la hipérbole que pronuncia su espalda al convocar la luz
Dame la concentración profunda
el instante en que suspenso
ahí
se desvanece en un suspiro.

lunes, diciembre 11

Cuando la voz del locutor terminó de dar la noticia me dieron ganas de salir corriendo a contárselo a todos: Se murió Pinochet. La inexplicable alegría me llevó a recordar que no tenía yo ni medio lustro en aquel septiembre de principios de los 70 que inscribiría este nombre en la memoria de Latinoamérica. Sin embargo, casi al margen de mi formación socialista, Allende habitaba el álbum de mis héroes; antes de conocer la complejidad de la historia y después de abandonado el velo blanco y negro, a muchos kilómetros de distancia, este hombre me conmueve profundamente. Lo recuerdo arengando a una multitud sobre la necesidad de educarse, de leer; sobre la responsabilidad individual en la construcción de un país. Evoco la serenidad de su voz en el umbral de la oscuridad, vibrante, llamando con nombre y apellido al pueblo: “Le hablo al obrero, a la mujer trabajadora”. Trato de evadir mi natural romanticismo para imaginar el razonamiento que lo llevó a rechazar la huída, para ver al ser humano atrapado en un vértice y no lo logro. Una y otra vez lo escucho hablándole al futuro, alimentando con su entereza postrera los actos de tantos otros. El cálculo, si lo hubo, fue preciso.
Se murió Pinochet. Intento también imaginar sus pensamientos y descubro que en realidad no me interesan y descubro también la sinrazón de mi alegría. No se cierra ninguna puerta; más bien la historia continúa repitiéndose en el mundo con más o menos crueldad, con más o menos heroísmo. Me queda el consuelo, mezquino tal vez, de que muere requerido por la ley. Una ley tibia, se dirá, un intento más mediático que justiciero persiguiendo aquí y allá a los represores de esa época. Pienso sin embargo que los videlas, trujillos, stroessner, somozas, echeverrías nunca se imaginaron llamados a dar cuenta de sus actos y me imagino al general Augusto Pinochet acorralado en otro vértice. Eligió la cobardía moral y con ella su papel en la historia. Ayer se murió Pinochet. Presidente Salvador Allende, presente.

lunes, diciembre 4

No olvidar debía ser la consigna
No olvidar la rabia la amargura el llanto
permanente
el ahogo
la piel pegada a los huesos
el filo pegado a la piel
el vértigo del vilo
No olvidar el vacío
más íntimo
el vacío
el ahogo
la agonía
No olvidar que elegiste
No olvidar qué elegiste.