lunes, julio 21

Híjole güera, me dijo, se me hace que ya le perdió la pasión a la lectura. Intenté defenderme infructuosa, evidente y penosamente. Y es que sí, hace rato que no encuentro un libro que me desvele, así, como un mal de amores o un amor de los buenos. También es cierto que traigo la pasión un poco distráida, así: distráida. Ya saben: esquiva, huidiza, extraviadona. Yo digo que es que ando medio cansada y la pasión necesita de dónde. Otra yo dice que soy más bien cobarde y otra yo más dice que la burra no era arisca y aún otra retoba y entonces cada una mis yos se pierde en su argumentación particular sin volver a juntarse para llegar a ninguna conclusión ni publicar ninguna memoria. Quién sabe. Puede ser también que me he vuelto demasiado cauta y pocas cosas ahuyentan a la pasión como la cautela. Y pocas cosas ahuyentan tanto como la pasión. Pero... ah, claro, empecé hablando de libros. El caso es que sí, hace rato que no encuentro un libro, así, desvelador.

martes, julio 15

Despertaron,
los siento caminando por mi espalda.

Despertaron todos,
se llevan mis ojos al vacío.

Despertaron todos los adioses.