Siguen buscándose entre el gentío,
siguen encontrándose.
Siguen pidiendo una habitación
pagan la tarifa
y emprenden el ascenso
con una mano estrechando el aire.
Siguen caminando
largamente
conversando
alternándose la risa
y las miradas.
Siguen recordándose
largamente
con letras y en silencio
o en silencio.
Siguen ahí las tumbas
y sigue la gente
ahuyentando a los gatos.
Siguen guardando en la piel las fechas
todas
y los nombres.
Siguen ahí las calles
los cafés las ventanas los libros
cerrados
vacíos
siguen.
* * *
Esta canción está verde de envidia por otra canción que pueden leer aquí.
jueves, marzo 5
Un día te despiertas en un nudo
duele nada y todo duele
y cualquier posibilidad es casi un hecho.
Un día te despiertas en el vértice de todo
y lo mismo podrías sentarte a llorar
que emprenderla a dentelladas con la silla.
Después el cuerpo es una carga
y mirar en el armario la ropa de quién sabe quién.
Dan ganas
entonces
de detenerse
de replantear las reglas
reacomodar el peso
pero ya marcaron su cauce las arrugas.
Un día te despiertas en un ángulo grave
y luego las cosas encuentran su lugar.
A veces.
duele nada y todo duele
y cualquier posibilidad es casi un hecho.
Un día te despiertas en el vértice de todo
y lo mismo podrías sentarte a llorar
que emprenderla a dentelladas con la silla.
Después el cuerpo es una carga
y mirar en el armario la ropa de quién sabe quién.
Dan ganas
entonces
de detenerse
de replantear las reglas
reacomodar el peso
pero ya marcaron su cauce las arrugas.
Un día te despiertas en un ángulo grave
y luego las cosas encuentran su lugar.
A veces.
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