Sentarse a la orilla del mundo
contemplarlo con la distancia necesaria
no esperar
dejar que la presión en la espalda se mezcle con el desconcierto
allá
Aquí una paz
un tanto artificial
pero paz
Volver a mirarme el ombligo
escribir yo yo yo yo yo
desprenderme de mí
contemplar en la distancia que esa mujer
mira el mundo con desapego
pero adelanta el hombro
para sostenerlo