miércoles, octubre 26

La carta de amor. El juego de "La Poderosa"

Para RSE

Siempre me ha sido difícil saber a ciencia cierta qué es el amor (tú, que me conoces tan bien, podrías completar que me es difícil saber a ciencia cierta qué es casi todo), pero más arduo me parece pensar en qué se convierte el amor entre dos personas que llevan mucho tiempo juntas. Hay quienes dicen que en costumbre, que en compañerismo; que con el tiempo, esa persona que duerme a tu lado es como una vieja amistad. Aún aceptando que la pasión se acaba o por lo menos se atempera muchísimo, me sigo preguntando a dónde vuelan las mariposas de los primeros meses que nos rebullen en el estómago; esa determinación que nos hace pensar "no es importante" cuando hay que ceder en algunas cosas.

Y en esa tónica de pensamiento me pregunto cuántos de todos estos días que hemos estado juntos te he amado, cuántos me has amado. Cuántos de ellos un gesto mío o tuyo le robó para siempre una porción a nuestro amor; cuántas acciones han sembrado nuevas semillas en nuestro jardín. Y de ellas ¿cuáles crecerán? ¿se convertirán en álamos o en espinos? Sé que cuando hemos cruzado por eriales y por abismos nos hemos sostenido, unas veces tú a mí, otras yo a ti, otras nos hemos agarrado del aire mientras nos consolamos mutuamente. Por ese lado la fortaleza está segura. Pero en el día a día se cifra el peligro; no en los dragones, no en las sequías. En la sonrisa que olvidamos prodigar hoy, en el descuido de ayer, en las cosas que se hacen o se dejan de hacer por costumbre, sin pensarlo.

Hoy, por ejemplo, me sorprendí cantando y me di cuenta de que ya había olvidado el placer de cantar. También recordé que hace mucho tiempo que no te digo que te amo. TE AMO, y mientras escribo esta carta las mariposas revolotean y pugnan por salírseme, transparentes, de los ojos. Te amo aunque fumes en ayunas, aunque no creas en las cosas en las que creo, aunque te niegues sistemáticamente a salir con mis amigos. Te amo porque te empeñas en mantener tu individualidad y me ayudas a conservar la mía, porque no piensas que dejé de amarte cuando se me olvida hacer algo que me pediste, porque cedes en lo que sabes importante para mí y no en mis caprichos.

A veces quisiera tener más tiempo para compartir entre semana, pero también sé que es importante que cada uno siembre en su parcela, que a fin de cuentas es la parcela común. Me gusta lo que tenemos juntos, más allá del tú o del yo. Me gustan los sábados o domingos de desayuno, periódico y café; las comidas con película y el cigarro de la noche. Me gustan nuestras mañanas robadas a la mañana y las noches de postfarra. Me gusta que me enseñes lo que sabes y que me preguntes de lo que sé. Me gusta saber qué esperar, no porque seas predecible, sino porque me dices cuando hago algo que no te agrada. Me gusta sentirme segura en tus brazos y saber que yo también te puedo proteger.

Quiero que sigamos así, construyéndonos todos los días, descubriendo juntos en qué se convierte el amor entre dos personas que han compartido sus vidas durante mucho tiempo.

10 comentarios:

Alea jacta est dijo...

Una carta preciosa que enmarca todo lo bueno y lo malo de compartir una vida con la persona amada. Me ha encantado.

pebelcita dijo...

Tu y yo, estamos viviendo ya la misma fase del amor.
Pero sabes,es una etapa muy pero que muy bonita.
Muchas personas no llegan nunca a alcanzarla, porque fracasanan antes de haber llegado a ella.
Al final somos gente afortunada y todo...aunque falten mariposas a veces.

Tristán dijo...

:D

No no. A usted le sobran mariposas. Hasta pájaros parecen. Me cae que sí.

Lety Ricardez dijo...

Hubiera jugado este juego Maria Luisa, este si lo se jugar. Me fascinó tu carta y pienso que sí tenías razón, yo tenía que decir después de treinta y siete años de AMAR a Don Agustín.
Pero no importa, disfruté enormemente tu carta y visitaré a tus amigos. Tequiero

Alvaro Bode dijo...

Me ha encantado tu carta! Espero que sigais compartiendo todas esas cosas que os hacen especiales!

Un saludo

Unknown dijo...

Una de las más lindas y poderosas (de verdad) cartas de amor de este juegito.

Verdaderamente un ajercicio de sincera declaración de amor que sólo puede hacer un poeta.

Una conocida cuando le dije que tenía 8 años de casada me preguntó que cómo era posible que una persona tan creativa como yo pudiera durar tanto con una persona. Precisamente por eso, le comenté. Para estar y seguir amando a la persona con la que despiertas hace 8 años, hay que ser creativo y no se puede flojear, en cuestiones del amor no se puede flojear.

Besitos.
Te amo.

Isthar dijo...

Porque en las cosas sencillas de cada día es cuando descubrimos que el amor es mucho más que idealizar, es la realidad de cada día, con todo su conjunto.

No olvides nunca decir te amo siempre que lo sientas...

Eduardo Waghorn dijo...

Linda carta: el amor tiene un precio, hay que pagarlo con gusto y sumisión ante la realidad de la vida.
Buen blog, informativo...tiene parentezco cercano con mi blog de Poemas y Antipoemas. Te estaré leyendo:)
Un abrazo.

Eduardo Waghorn dijo...

Como cambiaste el fondo del template?
Me dejaste con una tremenda ????????????????????:)))

Lo-que-serA dijo...

Muchas gracias Josy. Me encanta estar metida en esta súper aventura.

Gracias al juego que propusiste, "La poderosa", vuelvo a sentir mariposas en el estómago. Gracias por eso, por tu visita y enhorabuena por el amor.

Me sobran pájaros y mariposas... pero en la cabeza, querido Tristán. :D

Creo que Entre Caracoles, mi querida Lety, es, entre otras, cosas un tributo a ese hombre de amor callado. Lo sigo con fruición.

Así es, joven escritor, si el amor se conviertiera en ciencia dejaría de ser amor. Y a veces esa sensación de vértigo que da la incertidumbre es deliciosa.

Muchas gracias, Varo. Estoy fascinada de haber dado con ustedes.

Mi Raquel querida: Me has enseñado tantas cosas... a no flojear, a no descuidar el amor, a inventarlo a cada rato... aunque no siempre aplique tus enseñanazas. ;) Yo también te amo.

Y la realidad, Ishtar, es el único lugar donde se puede buscar el amor ideal.

Gracias Eduardo. Me parece que he andado por tu blog, pero ahora vuelvo a verlo con calma. Creo que el amor es una fortuna y si uno se sabe afortunado, debe saber agradecer. Te busco por correo electrónico para decirte cómo cambié el Template. Saludos.