martes, septiembre 30

Se siente en un punto preciso del hombro
y nadie sabe
si es allá lejos
o si ocurre a la vuelta de la esquina.

Se siente
y es preciso
pero nadie sabe
y salimos a la calle como otros días
y el hombro grita
pero hay que llegar
y atender.

Es preciso
se siente en el hombro
la órbita que salió de su curso
un segundo,
el segundo que salvó
o que condenó
a la vuelta de la esquina.

Es preciso,
se siente,
pero nadie sabe.

lunes, septiembre 22

Declaro a los lunes el día de las ventanas
propicio para mirar qué hizo el mundo el fin de semana
que para mí es de unas ganas terribles de cama
y de un tiempo para acá
de otras cosas
que no pueden decirse
simplemente
con palabras.

Que sean los lunes el día de planear
un poco y en secreto
a espaldas del destino
que gusta de amarrar navajas
preparar tropiezos
y urdir cuentos que nadie leerá.

Declaro los lunes la hoja de cuadrícula invisible
donde comenzar
un poco y en secreto.

jueves, septiembre 11

1973



Fue un once de septiembre:
Marte desolló a la Luna,
cubrió su cara con plomo,
le cercenó las manos,
la declaró proscrita.

Siete lustros después
las grandes alamedas
son lunares.

martes, septiembre 9

Océano mar

Uno se construye grandes historias, esa es la verdad, y puede seguir creyéndoselas durante años, no importa lo absurdas que sean, ni lo inverosímiles, te las llevas contigo y basta. Se es hasta feliz con cosas así. Feliz. Y podría no acabar nunca. Luego, un día, sucede que se rompe algo en el corazón del gran artefacto fantástico, zas, sin razón alguna, se rompe de repente y tú te quedas ahí, sin comprender cómo es que toda aquella fabulosa historia ya no la llevas encima, sino delante, como si fuera la locura de otro y ese otro fueras tú. Zas. A veces, basta con nada. Incluso una sola pregunta que aflore. Basta con eso.

Alessandro Baricco