miércoles, julio 22

Seguiré jugando

Comenzó hace mucho
en la casa familiar.
Vino el diluvio,
con muerte y destrucción.

Capitana a los diecisite
me lancé,
barquita de remo
a la mar.

Paré en todos los puertos
por juerga
o por trabajo.

Recluté remeros
que siempre quisieron el timón:
la balsa se hizo esquife,
barco de vela.

Cuando acepté compañía
huí siempre
a mitad de la noche
conjurando motines
(o alguien cayó desde la borda).

Una vez permanecí en tierra
y el viento
violento
me arrebató.

Navego en mi barco de tres velas
de timón ligerito
sin ancla.
Comienzo un huerto a bordo
y tengo un gran árbol: mi velamen.

El mar no me abandona
y aún en tierra firme
seguiré jugando.

2 comentarios:

Kartak dijo...

jugar es lo mejor, nos mantiene humanos

fgiucich dijo...

Como dijo Espronceda: "viento en popa a toda vela..." Bello. Abrazos.