domingo, septiembre 18

De Antología

Aunque los días previos tuvieron lo suyo entre noticias, llamadas, correos y visitas, oficialmente la historia comienza el jueves a las 2:30 de la tarde, con el descorche de la primera botella. Cuentan que comida, vino y música eran abundantes; abundante también la asistencia y aunque algunos esperados no llegaron (se les extrañó, qué duda cabe), concurrieron tantos y tales personajes que por un momento pensé que era la fiesta del juicio final, donde todas las épocas (y yo agregaría, varias dimensiones) confluyen para dar y pedir cuentas. Aquí se daban y pedían tragos, tamales (¡qué tamales!), cigarros, bailes y todavía no sé si corazones. Cuando al presentar a dos amigos me encontré diciéndoles "Si ustedes dos se conocieran se caerían muy bien" caí en la cuenta de que quizá me había tomado dos mezcales menos de los que merecía la fiesta (y de los que merecía el propio elixir, desempacado directamente del agave oaxaqueño a mi coleto).

A qué hora se fueron los que se fueron y se quedaron los que se quedaron, no lo sé decir. A lo mejor se fueron todos y las voces y bailes y brindis que sonaron todavía hasta la medianoche del viernes hayan sido ecos de la fiesta... creo que en realidad pudo ser la realización de la mejor idea de convivencia entre seres humanos modernos jamás anhelada. No hubo registro del alma, del cuerpo o de la voz que no se rindiera. Cuando al acabar un estribillo me encontré gritando: "¡Qué chingón se siente estar vivo!" cruzó fugazmente la idea de que tal vez había más chelas de lo conveniente. Afortunadamente fue solo un pensamiento fugaz y además ¿qué es lo conveniente?

El sábado no había más que fantasmas, creo. Tres de ellos vagaron por las calles del Centro, explorando otros registros del alma y de la voz... pero esas historias sonarán mejor entre estrellas de lumbre y tal vez con las imágenes del silencio. Todo ese ferviente caudal desembocó en un remanso menos agitado, pero no menos intenso, donde otra vez (qué dispersos) armamos nuestro circo de tres pistas. Entre el baile y la charla, con los cuerpos cansados y las palabras ávidas recibimos el domingo con un ferviente deseo de que el tiempo se detuviera para siempre en esa plenitud. A las 2:30 de la mañana bajamos la cortina (si, me acabo de dar cuenta de la coincidencia con la hora, pero juro que no hay ninguna pulsión estética).

Gracias, pues, a todos los que prepararon, fueron, mandaron, desearon y pensaron la fiesta del quince. Gracias a todos los que se entregaron a la parranda y compartieron baile y charla. Ojalá estén también compartiendo la alegría del recuerdo. Y la cruda.

10 comentarios:

Tristán dijo...

Me llevo el recuerdo, pero la cruda la dejo, jeje.

Y aquel sonar de 3 entes en el centro sonará, ya verás que sí. Sólo que orita la lumbre apenas si llega a cabellera de cerillo (después de tan movido fin se comprende). Time!!!

;)

Un gran beso y, de nueva cuenta, ¡felicidades!

Silencio dijo...

La cruda moral aun no se va, la sensación de ser un extraño inadaptable tampoco... aunque coincido en eso de decir...

"Que chingón es estar vivo"

Se agradece ese sabado, se agradece...

Lety Ricardez dijo...

Caray Silencio, nada de extraño inadaptable, ¿verdad Maria Luisa? si fuiste en mi representación. Con razón señora bonita, me tienes dando vueltas por aquí como loquitas sin que me enviaras señales de humo. Felicidades tardías, pero quiero que te duren para todo el año. Besos

Dra. Kleine dijo...

Y con todo!! SALUD si, claro que si! Aunque hoy haya costado más que una cosa moral el levantarse y reiniciar labores. Ughhh...
esa fiesta caray!! bien buena!

Lo-que-serA dijo...

Tristán: Tiempo hay más que vida, oseaseque no te apures, pero sí apúrate.

Silencio: Esa moral necesita un trago, porque está cruda deokis. Chido el sábado ¿no? me habría gustado más con menos cansancio, porque ya ni te pregunté de los fractales.

Si, mi Lety, estuvo tan mortal que fue absolutamente vital. Recibo tu abrazo, pero no te librarás de echarte una copita conmigo, prontito ¿no es cierto?

Klein: Buena la fiesta y especial por presencias tan esperadas. A ver si se repite con menos tráfico.

Unknown dijo...

¿Preparamos la del año que entra de una vez no?

Lo-que-serA dijo...

¡Órale! Preparamos la del año que entra y hacemos un ensayo general cada mes, para que salga bien.
:D

Silencio dijo...

Ja ja ja invitenme a los ensayos espero no perderme ni relajar la moral

Tristán dijo...

jajaja, cada mes.

Me apunto, pues, no más pa que vean como las quiero.

:D

Lo-que-serA dijo...

¡Ah, qué muchachitos estos tan picados, puesn!

Pero con mezcal y todo ¿eh?

;)