Habrá que llenarnos el cuerpo de tierra, hasta el tope, hasta el moco, embarnecernos, y esperar que nos crezca un árbol, flores, maizales; en los maizales huitlacoches y en las flores avispas; y el árbol... en el árbol zenzontles (y de vez en cuando prestar nuetras ramas para colgar esas cosas que se llaman columpios...)
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8 comentarios:
Con lo que me gustan los columpios y con lo que me gusta mi hijo también.
Gracias Doña Maria Luisa por quererlo mil besos para tí.
Estaría bien hacer eso... quizás así se nos resolvieran muchas y paralizadoras dudas.
Y habrá que visitar esos jardines, por supuesto.
con todo esto que me transporta...ahhh que padre!!
Un saludote nena linda!
:D
Y me cae que no duele.
Es de a poco el crecimiento, no duele. Cuando más, cosquillas.
Cosquillas no más.
:D
Un gran beso, lo que será.
Árboles, columpios e hijos como el de usted deberían ser derechos inalienables de todo ser humano. ;) Besos, mi Lety.
Bito: La convivencia, aunque sea virtual, con gente como este muchacho Oscar y como usted mismo, equivale a tener zenzontles en las ramas. Gracias por su visita.
Dra. Klein: La hemos estado esperando. A ver si a Oaxaca sí nos acompaña. Saludos.
¡Ay, querido Tristán, qué bueno que es columpiarse debajo de tu follaje! ;) Besos.
Me enajena tu respuesta y ya me cayó bien Bito, me marcho a conocerlo. Besos
Tanto amor y yo dejando
dejando
dejando
dejando.
Disculpas eternas por la vineteada y la kermess :C
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