Déjame no abrir los ojos, hoy;
escucharlo todo pero estar en nada.
Sonreir o fruncir el ceño, como si estuviera;
pero no estar,
a menos que sea urgente.
Contestar que la mermelada no está en la alacena
sino en la puerta del refrigerador.
Que ese archivo hay que buscarlo en la carpeta que se llama
"Documentos de los días ciegos".
Que no me quiero morir nunca
pero que también a veces no quiero vivir
siempre.
Sólo hoy;
déjame no abrir los ojos
solo hoy.
10 comentarios:
Pues se puede Maria Luisa, se puede, sólo húndete en tu mundo,este de donde salen los poemas y deja a la otra a cargo. Cruza el puente del jamás y disfruta del viaje
:)
Pues heme
El último solo hoy estuvo de más
Me he quedado mudo, absorto y de rodillas: hermoso poema. Saludos.
Ver por dentro a veces resulta mejor.
Un abrazo saludoso!
En eso ando mi Lety, el peligro es que me guste demasiado.
Enorme catenaria de gusto, Mr. Silence.
CASI de acuerdo. Te mando mis razones por correo. Beso, querido Iván.
Le agradezco la flor, Fgiucich, rodilla al suelo. Me siento un tanto abrumada. Beso sonrojado.
Resulta, Dra., resulta. Pero a veces no hay ni paisaje. Abrazo extrañoso.
Si María, que sea sólo hoy, porque si mañana te encuentras nuevamente con el último "sólo hoy" te vas a quedar ciega y con la mantequilla en la alacena..
Tallereamos el fin de semana, si no amanezco ciega y sin mantequilla EN EL REFRIGERADOR.
Un abrazo, Chipotle, amigo.
"pero que también a veces no quiero vivir
siempre"
muy bueno, que buen ritmo ya en tus versos exactos
Gracias, maestra (inclinación respetuosa). :) Beso.
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