miércoles, enero 11

La muerte del año pasado me mira con los ojos enrojecidos
de mirarme sin parpadear.
Verdes lagañas cuelgan de sus órbitas;
cerilla verde, verdes babas y mocos verdes;
su cráneo supura un espiral violeta
y mi nombre se le desprende del pensamiento.

9 comentarios:

Bito dijo...

¡Madre mía! Terrorífico... ¿ningún exorcismo vale para rematarlo?

Tristán dijo...

Pinche muerte. Yo le doy el tiro de gracia si viene a tocarle la puerta. Se lo doy. Cómo diablos no. A ver cómo hago.

Dra. Kleine dijo...

Calma...
no es más que el mero reflejo de lo que puede convertirse nuestra cabecilla llena de ideas locas.

que no?

Silencio dijo...

No pues la muerte del año pasado está mal, nel la muerte de este año llega un año atrasada, estúpidamente la deje ir el día que toco a mi puerta arrepentido la he llamada, maldita sea igual es la misma, pero espero al menos se haya quitado las lagañas.
Nel nel, cambiale tu nombre por el mio. Que hago el intercambio con sumo agrado.

Unknown dijo...

un proceso muy intenso para dejar ir el pasado. Me parece fenomenal. El total desapego.

Lety Ricardez dijo...

Ay Maria Luisa, te juro que me dio escalofrios al leerlo, me pusiste la carne de gallina, así de buena tu provocación poética a la muerte, pero Ay yo la miro con otros ojos, e intento amigarme con ella.
Besísimos para usted señora hermosa

fgiucich dijo...

Un balance de terror, pero muy valedero. Saludos.

Ashavari dijo...

Uagh... verde que te quiero verde... Es un alien??? ;)

Lo-que-serA dijo...

Estoy consiguiendo un espejo para que matarlo del susto. Saludos, Bito.

La dificultad va a ser en saber cómo viene vestida. Pero si toca, te echo un grito, Tristán. Aquí te guardo tu beso para cuando vuelvas.

G. Klein: Creo que más que ideas es la cruda acumulada de diciembre. :S

No creo que nadie desee la muerte del Silencio, señor. De todas maneras se agradece la intención. Voy a su casa a ver si aceptó la catafixia. Beso.

No llego todavía al desapego, querida. Me falta disciplina. Eso sí, a la muerte le deseo todo el desapego del mundo. Beso, mi maestra.

Aún tan fea, mi Lety, también es mi amiga. Bueno, no; tampoco es como que somos cuatachas, pero sí me ha acompañado de cerca. Ya mero le digo como Gorostiza. Un beso grande.

En realidad, Fgiucich, fue todo alivio. Saludos.

Mmm. Buena pregunta... ¿de qué color serán los mocos de los aliens? :D Saludos.