viernes, junio 2

No creo en las coincidencias pero me encantan. Por eso cuando pasé por el cafecito donde tocaban jazz, justo ahora que leía a los beats, no dudé en entrar. Expresso cortado doble y un vaso con agua y las notas sucediéndose, cascada, surtidor. Afuera el trajín de siempre: la gente yendo y viniendo, las banquetas marcando el ritmo; una locomotora dorada recorría empeñosa su elipse, una y otra vez, vigía de la curvatura, hasta que pasó la camioneta de la Delegación. Pude haber permanecido ahí días enteros hasta mirar la cantera barroca transformarse en nubes y los cuadros de tezontle en campos roturados, como en los cuadros de Velázquez; las puertas en calles y bocacalles, el tachonado en fuentes... Pude haber esperado la lluvia y subirme al arcoiris que le crece a la Catedral en la cabeza. Pero no llovió y una señora la emprendía a mordidas con la luna llena, escarlata jicaleta encaramada en un palito y yo no lo sabía, pero las cartas de Owen y una edición estupenda de Humberto Ak'abal me esperaban, polvorientas, en las librerías de viejo. Me gusta el Centro Histórico, es irremediable. En tardes como ésta me da la impresión de encontrar ahí una parte mía que me gusta y que me acompaña durante días.

5 comentarios:

fgiucich dijo...

Esas tardes que nos acompañan a tomar un café y a hurgar esas librerías polvorientas. Tardes que no son frecuentes, pero muy necesarias. Abrazos.

Tristán dijo...

A mí gusta cuando amueblamos el Centro Histórico con su presencia, amiga LOQ.

(Chale, hoy ando muy pirata, no puedo lograr una idea propia, pero es cierto, así como dice Vicente así usted, con su cabellera larga larga, radiando el Centro, miss, un abrazo)

Lety Ricardez dijo...

Ay Maria Luisa, yo quiero que me compartas tu centro histórico una nochecita de esas,

Estoy segura que contigo, treparía por ese arcoiris, aún sin que hubier llovido, dejando atrás mis kilos y desde arriba, soltaríamos las dos nuestra larga cabellera (nótese que me uno) para invitar a subir a todos los que lo deseeen

Ah que prosa tan hermosa la suya señora mía

Lo-que-serA dijo...

Necesarias, de vida, Fgiucich. Un abrazo.

A ver cuándo nos echamos otra vueltecita, señor, y menos crudos.

Tenemos que ir, mi Lety, sin duda. Con nuestros cabellos al viento quién necesita arcoiris. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Very pretty site! Keep working. thnx!
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