A Tenoch lo conocí un día que andaba por el Centro con Iseo. Lo topamos en el café Emir (creo) y lo primero que pensé es que estaba medio loco porque no paraba de reírse. Me seguí encontrando con él aquí y allá, casi siempre allá en la casa de Raquel, como el día que llegó con plantas de sávila o el otro que nos llevó fruta de su jardín, y casi sin sentirlo se fue tejiendo un lazo. Porque así era el Cuau, te
cosía a su costado con una delicadeza!... Nos visitaba seguido, a donde se reuniera Cardo, y siempre llegaba con una sonrisa y algo entre manos: plantas, dibujos, artesanía, proyectos.
Un día me invitó a comer, esperó paciente frente al panteón de San Gregorio Atlapulco, bajo la lluvia, los muchos minutos que llegué tarde, y me recibió con una sonrisa. Fuimos a su casa y me enseñó sus talleres ¡qué armonía, señor!... Estaba trabajando en unos mandalas que le encargó Tania y me platicaba entusiasmado las posibilidades de formas y color. Me prestó unos discos del Mago de Oz, me entregó una cajita grabada que le pedí días antes y nos fuimos a comer en un bicitaxi a Milpa Alta.
No fue la última vez que nos vimos. No recuerdo cuándo fue la última vez que nos vimos. "Nos llamamos ¿no? cuídate", "Órale. Tú también".
Nos estamos viendo, Tenoch.
sábado, mayo 14
Platico contigo cuando no estás...
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7 comentarios:
Qué lindo, María Luisa. Pues, plis, cuando lo vuelvas a ver salúdame al buen Tenoch. Un abrazo para ti.
Yo ni me acuerdo cuando lo conocí. ¿Lo abré de verdad conocido?... No sé. Me quedo con la sensación de que pude haber sido mejor amiga. LO bueno es que ahora tengo la eternidad para lograrlo.
chin... habré
Me encanta que hayan volcado sobre Tenoch cuando lo conocieron, me parece muy lindo. Además, me encanta la serigrafía (es como de los señaladores de libro que nos regaló, que todavía tengo).
Debo confesarte que cuando leí "PLATICO CONTIGO CUANDO NO ESTÁS" lo primero que pensé es que se trataba de una disertación sobre el blog, puesto que a diferencia del chat, es como conversar con la gente pero cuando el otro no está :)
¡Cuántas cosas hay que decir del Tenoch! yo lo conocí en una exposición en Neza, él iba del brazo de alguien a quien quería...
de ahí en adelante compartimos muchos momentos, uno de ellos el del Temazcal, así que es nuestro hermano.
Me quedo con esos momentos gratos y con un libro que me regaló, desgracidamente la savila que tambien me dio se la comieron mis gatos.
"Platico contigo cuando no estás. Por eso cuando llegas ya no tengo nada que decirte" fue la frase que construyeron al alimón Yvonne y Tenoch. Y sí, querido Iván, aplica también (¡mira tú!) al Blogg.
Sospecho que el usuario anónimo, de hecho, es la propia Yvonne, hermana de Tenoch y mía. Besos güera; se te extraña.
Es una frase genial !!!!!!!!! La adoré!!!!!!!!!!!!!!!
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