Asegúrate de ser inmune cuando toques mi piel:
todo el veneno de la belleza lo contienen mis tientos escarlata.
Demasiado tarde será cuando pruebes
mis diminutos dardos,
cuando mires en danza de brazos matices del sol
y sientas
que el amor paraliza.
Asegúrate inmune.
Sólo si me has amado desde joven puedes dormir-
te en mis cabellos
si has andado mis veredas
de a poco.
Entonces,
cuando no puedas vivir sin mi aire
colgaré una burbuja en la puerta:
la anémona encontró a su pez.
9 comentarios:
Todos me gustan, todos tan distintos entre si. ¿Para cuando nuestro libro Maria Luisa? Te lo debes y nos lo debes.
Besos y besos
Ya me estoy poniendo en orden, mi Lety. Ya casi lo logro. :S
Asegurate ser inmune, debieron haberme dicho a mi.
Hermoso !!!
Afortunadamente, querido Terrible, habemos algunos que no somos inmunes ni a nosotros mismos ¿cierto? Abrazo.
guauuuuuu! quedó perfecto (digo yo)
Maestra: me enterqué con el final. Yo sé que se le va a caer, pero mejor que se le caiga solito :S
:D
Magnífico poema. El estereotipo (tantas veces reiterado por el academicismo estéril de unos pocos)de las creadoras de poesía como marginalidad dolorosa queda aquí expuesto en su crudeza.
Saludos...
Gracias, alado. Su visita me recuerda que ya está lista la selección de poermas de marzo. Voy para allá.
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