Declina la tarde en el Centro, advierto una tropa ceremonial uniformada de verde que con el estruendo de tambores marciales y trompetas arrean la bandera con su águila sideral devorándose a la serpiente agrícola. La personas, hombro con hombro forman una hilera rectangular. Traza con el aire la mirada sus perspectivas.
La esfera solar es devorada por las fauces almenadas de la arquitectura virreinal. ¿Cuál es la ceremonia que se solemniza?
Entra más tarde la noche. Ahora el frontispico cuajado de piedra púrpura ofrece destellos de reflectores. En sus recintos burocratizados hay diminutos focos de luz amarilla. ¿Prodigios de la electricidad, o es el cintilar de los nutrientes asimilados, pues la arquitectura voraz se tragó a la fiera sideral de onerosa cabellera dorada?
El Tigre Famélico.
2 comentarios:
Entonces al siguiente día la deja salir, pero se queda con algo de su fuego, se inflamará y un dia dejara que el fuego convierta en cenizas todo, solo piedra, como alguna vez fué.
Así será, Silencio. Y no nos tocará verlos a todos achicharrándose ¡Chin! (se pega ¿viste?)
Hermosa imagen la del sol fragmentándose en los focos ¡ya quisieran!
Publicar un comentario