...quiero hacer poemas y me salen cartas...
cartas inexistentes
pues remitente y destinatario sueñan que escriben
¿qué hacer con estas palabras que no fueron nunca voz
y no serán
jamás
tinta?
cartas que no existen
y tal vez se hicieran poemas
si alguno
....................................destinatario o remitente
despertara.
8 comentarios:
Pues cómo ves que yo intento hacer poemas y me salen travesuras.
Pues cómo ves que yo intento hacer poemas y me salen travesuras.
Yo quiero hacer cartas de suicidio y no más me salen novelas rosas.
Y los destinatarios están despiertos pero les revale madre. (terrorífico no ver ni siquiera un parpadeo cuando te leen, eso se saca uno por creer que las palabras provocan algo más que una pose).
Entonces remitente se convierte en pira y quema.
Cada carta no escrita.
Y si puede cada carta escrita
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Mi expertise en amargura me llena de orgullo y pasión.
Dos besotes apasionados.
Travesuras poéticas, mi Lety niña. Besitos.
Su amargura resulta dulce de pronto, señor. Me debe esos abrazos.
romántico TO-TAL
:D
Un poema es una conversación en la penumbra, señala Eliseo Diego en uno de sus bellos poemas que, como las cartas, tienen un destinatario, un interlocutor anónimo cuya dirección postal ignora quien escribe. Ahí tal vez resida otro de los delumbramientos de un poema.
Saludos...
Muchas gracias por su atinadísimo comentario, alado; me gusta conversar en la penumbra. Su visita me recuerda que ya está lista su selección de poesía de junio. Voy a visitarla.
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